La vida es un cambalache.

jueves, 3 de junio de 2010

La niña no es ya más una niña, sino una mujer de postura erguida y ojos altivos. Le enseñaron a ser fuerte, a no dejar que nadie la pase por delante, a no mostrar nunca sus debilidades. "Tenes que ser dura como un tronco y fría como una heladera, tenes que parecer un hombre para triunfar en este mundo" siempre le decía su padre. Y así era. Siempre usaba tacos altos, para estar por arriba de la mayoria; siempre vestía de negro, pq solo las mujeres sensibles visten colorido.
Se encontraba parada en la misma estación de subte que había transitado todos los días de su vida, en su infancia para ir a la escuela, y ahora para ir a trabajar. De repente, a su lado se sentó una mujer zaparrastrosa, con los pelos enmarañados y la piel reseca y sucia. No recordó aquel incidente en su infancia, cuando al ver una mujer así, había querido darle un moneda. En su mente ya no quedaban pensamientos inocentes, sino lo que le habían enseñado, lo que la sociedad le decía que pensara.
Tomó su cartera con fuerza y se corrió asqueada.

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